Ya me harté de oir gritos, platos rotos, golpes, es más pasé de ser la niña inocente, el típic niña que tenía miedo, la niña dulce, con un corazón de cristal.
Desde ese día todo cambió, empecé a escaparme noche tras noche, tenía amigos que la verdad no me convenían, pero al fin de al cabo eran amigos y me hacian reir, me hacian sentir uno más, éramos como una gran familia, éramos...¿felices?, pues sí por así llamarlo, éramos felices.
Cuando crecí empecé a vestir distinto y empecé a rapear, iba al instituto, y la verdad no es que sacase malas notas, pero por día era más distinto, empecé a beber, fumar porros, iba de folleteo por la vida, y de pelea en pelea, tenía una moto, que por así llamarlo era mi compañera de viajes, porque con ella hacia las carreras ilegales cada domingo, la policía nos pillaba muchas veces, y aún así, todo me daba igual.
Había cambiado, no era la niña de antes, solo encerré mi corazón y mis sentimientos en una caja fuerte, y la llave la perdí.
1 comentario:
muy real! me encanta :3
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