Aquellos que estan cuando los necesitas, los que te apoyan a pies juntillas y son los primeros en cogerte si pierdes el equilibrio. Los que se quedan ciegos, sordos y mudos a la hora de confiar en ti porque ni si quiera se lo piensan dos veces. Los que abrazan, besan y te dicen lo que tienes que hacer como si fueran tus hermanos. Los que te dan las clases de moralina y sin embargo te dejan que te equivoques no una, si no 100 veces hasta que aprendas. Los que le partirían la boca a cualquiera que dijera una mala palabra de ti y mil veces pondría la mejilla para recibir los golpes que te envíen. Ellos, ellos son los únicos merecedores de tu cariño, los únicos que son tan grandes que llevan colgada del cuello la palabra: amigo.